En casa nos encantan los libros, pero también pintar, cortar, pegar, crear,... y ensuciarnos, ¡ensuciarnos mucho!
Las manualidades nos permiten pasar tiempo de calidad con nuestros hijos, a la vez que llenamos de diversión y aprendizaje esas horas del día que a veces cuestan de pasar, como las largas tardes de invierno o los mediodías calurosos de verano. Genial, ¿no?
Pero es que además, he comprobado los innumerables beneficios de realizar regularmente estas actividades en casa:
- Lo niños adquieren habilidades y destrezas que son necesarias en su día a día y básicas en el proceso de aprender a leer y escribir (motricidad, coordinación, concentración, memoria, vocabulario,...)
- Se fomenta la imaginación y se da rienda suelta a la creatividad
- Aprenden a planificar y se entrenan para la resolución de problemas
- Mejoran su autoestima y su confianza
- ...
Pero como te decía, una de las cosas más importantes es que cuando realizamos estas actividades creativas estamos dedicando tiempo a nuestro hijos, les prestamos toda nuestra atención, sin prisas ni distracciones, en un ambiente distendido y relajado.
Eso afianza nuestros vínculos y crea en ellos recuerdos inolvidables.
Si incluimos los cuentos en dichas manualidades, conseguimos dos grandes cosas: que pasen más tiempo alrededor de los libros; y que éstos formen parte de todos esos recuerdos y experiencias placenteras. Y así,
Por eso en casa siempre acompaño nuestras lecturas con alguna actividad relacionada, e intento mostrártelas en el blog. Como hoy, que te traigo una manualidad que puedes adaptar fácilmente a cualquiera de vuestros cuentos. ¡Y sin necesitar nada que no tengas ya en casa!
TALLER DE RECICLAJE CREATIVO:
La idea es crear una auténtica obra de arte inspirada en alguno de nuestros libros preferidos, aprovechando cajas, cartones, trozos de cartulina, fieltro, goma eva,... en definitiva, cualquier cosa que tengamos por casa y a la cuál podemos dar una segunda vida ;)
Con esto y algunas pinturas, acuarelas, colores y/o rotuladores podéis hacer unos cuadros en relieve como estos:
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| Cuadros inspirados en los libros: "La isla del abuelo"; "Elmer" y "El pez arcoiris" |
Es muy fácil:
1. Escoger un libro y pensar que nos gustaría representar en nuestro cuadro: quizás reproducir la portada o alguna escena interior; hacer determinados personajes; etc. Os recomiendo ayudar lo mínimo a los niños, así aprenden a planificar proyectos y a pensar cómo resolver pequeños problemas (cómo crearé los ojos; cómo imito una playa,....).
2. Pintar el interior y los laterales de la caja. Si no tenéis pinturas podéis cubrirlo con cartulina o, como hizo Roger, pintar una hoja con acuarelas y luego "empapelar" la caja.
3. Usar los materiales disponibles para crear los diferentes elementos del cuadro.
En función de la edad del niño tendremos que ayudarle más o menos durante el proceso.
Por ejemplo, la peque (3 años) pudo pintar la caja toda sola y, como le encanta usar las tijeras, imprimí un elefante Elmer y ella sola pudo decorarlo pegando los papeles que iba cortando. También escogió el papel para hacer el sol y lo arrugó hasta formar una esfera. El resto lo armé yo.
Pero los grandes lo hicieron prácticamente todo ellos solos, yo simplemente les ayudé a hacer el montaje final y pegarlo todo bien.
Si no dispones de ninguna caja, también puede servir un trozo de cartón, como hicimos en otra ocasión imitando los collage de la autora e ilustradora Anna Llenas. ¡Dejad volar vuestra imaginación!
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| Collage hecho con cartones y guirnalda de los miembros de la familia |
Y no te olvides de dar a las creaciones el valor que se merecen. Es tan fácil como colgarlas en casa, en un sitio bien visible, y enseñarlas con orgullo a todas las visitas. Eso repercute en la autoestima de los niños de manera asombrosa. ¡Aprovéchalo!
Espero que te animes a realizar con tus hijos o alumnos algunos cuadros de vuestros libros favoritos, ¿te atreves a impulsar su creatividad?
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