La recomendación de esta semana es un cuento que nos ha sorprendido muy gratamente. El
álbum ilustrado "Herman y Rosie" es una auténtica maravilla, todo un
tesoro: bonito, tierno, revelador,... y con unas ilustraciones ricas y
evocadoras, que invitan a detenerse en cada página y degustar la multitud de detalles que nos regalan. Una historia sobre los sueños y anhelos de dos desconocidos, sus
sentimientos de soledad en medio del bullicio de la gran ciudad y como
su amor por la música hará que sus caminos se encuentren, para no
separarse nunca más.
- Título: Herman y Rosie
- Autor e ilustrador: Gus Gordon
- Editorial: Corimbo
- Edad recomendada: a partir de 5 años
- Puntuación Club Peques Lectores: 9
- Categorías: emociones, amor, soledad, amor por la música
Había
una vez una ciudad llena de gente, con una calle llena de gente y dos
apartamentos muy pequeños donde vivían Herman Schüber y Rosie Bloom. Herman vivía en el séptimo piso. Rosie vivía en el quinto piso del edificio de al lado. Les gustaba vivir en la ciudad. Había días en que los ruidos y las bocinas y el ir y venir de la gente les hacía sentir que todo era posible. Aunque a veces la ciudad era un lugar bastante solitario. Herman y Rosie no sabían uno del otro, a pesar de vivir tan cerca, pero ya se intuye que serían almas gemelas.
Herman trabajaba de teleoperador en una oficina llena de trabajadores. Vender cosas por teléfono no le gustaba mucho, pero sí hablar con la gente. Así que el trabajo no estaba tan mal. Lo que realmente le gustaba era tocar el oboe.
Rosie trabajaba en un restaurante elegante del norte de la ciudad, lavando platos. Su momento preferido de la semana era el jueves por la noche cuando, durante dos horas, cantaba en un club de jazz.
Rosie trabajaba en un restaurante elegante del norte de la ciudad, lavando platos. Su momento preferido de la semana era el jueves por la noche cuando, durante dos horas, cantaba en un club de jazz.
Un día, al volver a casa, Herman oyó a alguien cantar (era Rosie). Era la cosa más increíble que había oído nunca. Corrió a buscar su oboe y compuso una maravillosa melodía a ritmo de jazz. Tocó y tocó sin parar.
En el edificio de al lado, Rosie oyó esa melodía, era lo más bonito que había oído nunca. Durante días aquella melodía maravillosa la acompañó a todas partes. Mientras, Herman sentía aquella voz tan hermosa por toda la ciudad. La música los seguía allí donde iban. Eran felices.
En el edificio de al lado, Rosie oyó esa melodía, era lo más bonito que había oído nunca. Durante días aquella melodía maravillosa la acompañó a todas partes. Mientras, Herman sentía aquella voz tan hermosa por toda la ciudad. La música los seguía allí donde iban. Eran felices.
Pero una mañana, Herman fue despedido del trabajo. No vendía bastante cosas. Esa misma noche, a Rosie le dijeron que el club de jazz cerraba. Los dos volvieron a casa tristes, la ciudad parecía más llena de gente, más ruidosa y más oscura que nunca.
Durante días Herman no tenía ganas de tocar el oboe y Rosie no quería cantar. Los días y las noches pasaban lentamente. La ciudad seguía su ritmo, pero todo estaba fuera de lugar.
Hasta que un buen día, los dos se levantaron con ganas de hacer un paseo por la ciudad. Pasearon y pasearon, cruzándose en diferentes ocasiones, como si jugaran al escondite. Por la noche, Herman cogió el oboe y comenzó a tocar aquella maravillosa melodía a ritmo de jazz. Rosie la escuchó y se sintió feliz de nuevo. La siguió y por fin se encontró con Herman en la azotea.
"Había una vez una ciudad llena de gente, en una calle llena de gente y en una azotea de un edificio muy alto, Rosie conoció en Herman. Y Herman conoció a Rosie. Y la ciudad nunca volvió a ser la misma "
Durante días Herman no tenía ganas de tocar el oboe y Rosie no quería cantar. Los días y las noches pasaban lentamente. La ciudad seguía su ritmo, pero todo estaba fuera de lugar.
Hasta que un buen día, los dos se levantaron con ganas de hacer un paseo por la ciudad. Pasearon y pasearon, cruzándose en diferentes ocasiones, como si jugaran al escondite. Por la noche, Herman cogió el oboe y comenzó a tocar aquella maravillosa melodía a ritmo de jazz. Rosie la escuchó y se sintió feliz de nuevo. La siguió y por fin se encontró con Herman en la azotea.
"Había una vez una ciudad llena de gente, en una calle llena de gente y en una azotea de un edificio muy alto, Rosie conoció en Herman. Y Herman conoció a Rosie. Y la ciudad nunca volvió a ser la misma "
Collage hecho por Martí (6 años) del momento en que en Herman y Rosie se conocen. |
No os podéis perder esta delicia de cuento, ideal para acercar la música a los más pequeños de una manera diferente. ¡Muy recomendable!
Algunas RECOMENDACIONES para aprovechar al máximo el libro:
- Este es un libro que destila jazz por todas partes, ¡empezando por la portada en forma de vinilo! Así que podemos aprovechar su lectura para introducir a los niños en este género. Podemos, por ejemplo, poner música de jazz de fondo mientras lo leemos juntos. Luego, en función de la edad de los niños/as, podemos buscar información sobre este género musical (cuándo nació, dónde, sus características) y realizar un ejercicio divertido: pintar mientras escuchamos jazz intentando plasmar las emociones que nos transmite la música.
- Aquí podéis descargar un pdf con actividades sobre el libro.
- Nosotros descubrimos el libro gracias a Boolino y su caja de fomento de la lectura My Little Box Book y nos encantaron las actividades y manualidades propuestas (¡mirad la fotografia!) Si queréis descubrir más sobre estas cajas, pasaros por aquí.
- Está demostrado que la música tiene muchos beneficios para los niños: influye en el desarrollo emocional, intelectual, auditivo, sensorial, motriz, ... Les ayuda en el aprendizaje del lenguaje y de las matemáticas, potencia su capacidad de concentración y memorización, así como las habilidades espaciales. Por lo tanto, es bueno acercarlos desde pequeños a la música. Una buena manera es hacer con ellos unos instrumentos musicales caseros, ¡así compartiremos un momento muy agradable y divertido en familia! Aquí podéis ver como hemos hecho estos instrumentos musicales caseros.
- El libro está lleno de detalles fascinantes. Las ilustraciones de Gus Gordon esconden muchas sorpresas: desde onomatopeyas que recrean el bullicio y los ruidos de la ciudad, a carteles reveladores, mobiliario urbano que sitúa a los dos personajes en el mismo lugar en momentos diferentes, un mapa de las líneas de metro, notas musicales por todas partes, etc. Os recomiendo que os detengáis en cada página y la observéis bien, podéis leer los carteles, onomatopeyas y jugar a buscar objetos escondidos. Será muy divertido y un ejercicio para potenciar la concentración y la capacidad de observación de los más pequeños. Por ejemplo, podéis buscar: un barco entre los edificios, instrumentos musicales, un póster de una ballena azul, 17 depósitos de agua en las azoteas, un brócoli, las claves de sol que se esconden en todas las páginas, una jirafa, un león, diferentes botellas de vidrio repartidas por todo el cuento (nosotros hemos contado 11), dos estatuas de la libertad, etc.
¡ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO TANTO EL LIBRO COMO A NOSOTROS! ¡BUENAS LECTURAS!
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Qué chulo, Judith! Me lo apunto, veré si lo encuentro en la biblioteca también. Para mi hijo la música es fundamental. El año que viene quiere empezar a tocar la batería, y ya hemos hablado con su profe de este año. Madre mía, lo que nos espera! jajajaja... Una entrada preciosa! Bicosss
ResponderEliminarGracias vero!
Eliminarjajaja la batería justamente!!! no podía ser otro?
Los míos dicen que la guitarra y el saxó!!! así que tela también!!!
Un abrazo
What a lovely review, thank you. I am so pleased you enjoyed my book. It sounds like you know the book very intimately.
ResponderEliminarBest, Gus Gordon
https://www.facebook.com/GusGordonbooks
You are welcome! Thank you for this grate book, we enjoyed very much.
EliminarBest regards!