Las tres historias de la colección tratan de los miedos infantiles más
frecuentes:
miedo a las cosas nuevas y situaciones o lugares desconocidos; miedo a las personas desconocidas y a hacer amigos nuevos; miedo de irse a la cama por la noche. La autora, Mélanie Watt, consigue tratar estos miedos de manera extremadamente divertida al reducirlos al absurdo mediante un humor irónico y absurdo.
miedo a las cosas nuevas y situaciones o lugares desconocidos; miedo a las personas desconocidas y a hacer amigos nuevos; miedo de irse a la cama por la noche. La autora, Mélanie Watt, consigue tratar estos miedos de manera extremadamente divertida al reducirlos al absurdo mediante un humor irónico y absurdo.
Los libros enganchan a grandes y pequeños: los más pequeños se
identificarán con el personaje y sus miedos; los jóvenes disfrutarán
con el genial sentido del humor de las historias y los adultos gozarán de la ironía con que se tratan temas como la sobreprotección
infantil o la obsesión por la higiene.
También sorprende la peculiar y original manera en que las ilustraciones
y el texto se combinan. Es un formato innovador, con listas, esquemas y
viñetas que a veces nos recuerdan un cómico y que ayudan a la autora a
plasmar la peculiar personalidad del personaje.
- Título: La ardilla miedosa
- Autora e ilustradora: Mélanie Watt
- Editorial: Castellnou
- Edad recomendada: a partir de 4 años
- Puntuación Club Pequeños Lectores: 10
- Categorías: emociones, miedo
En el primer título de la colección, "La ardilla miedosa", nos daremos
cuenta que este roedor es asustadizo e inseguro, pues nunca abandona su
roble, es demasiado peligroso, podría tropezar con tarántulas,
tiburones, marcianos verdes o abejas asesines. Prefiere quedarse a
su árbol, un lugar seguro y familiar...para una ardilla, lo desconocido
puede ser muy peligroso.
No abandonar nunca el roble tiene muchas ventajas, aunque también
algunos inconvenientes: todos los días son iguales. Siempre se
sabe qué pasará. Todo está bajo control. La rutina diaria de la
ardilla se basa siempre en el mismo: comer y mirar el paisaje.
¿Y si sucediera alguna cosa inesperada? Tranquilo, esta ardilla está preparada: tiene un equipo completo de emergencia y un plan de fuga "Top secret". Y recuerda: "si todo esto falla...siempre puedes hacerte el muerto!".
¿Y si sucediera alguna cosa inesperada? Tranquilo, esta ardilla está preparada: tiene un equipo completo de emergencia y un plan de fuga "Top secret". Y recuerda: "si todo esto falla...siempre puedes hacerte el muerto!".
Parece que el entrañable roedor lo tiene todo bajo control. Acecha día
detrás día, hasta que un día....Aparece una abeja asesina! Muerto de
miedo, la ardilla miedosa salta del árbol, sin el paracaídas!! Entonces sucede una cosa increíble... la ardilla miedosa no es una ardilla
cualquiera. Es una ardilla VOLADORA. "Se siente feliz, valiente,
tranquila y viva!".
La ardilla se da cuenta que en lo desconocido no hay ningún peligro y se anima a hacer cambios radicales a su vida...
Podéis encontrar material descarregable para hacer una careta de la ardilla miedosa, imprimir pegatinas y hacer unos puntos de libro en el blog de la ardilla miedosa.
Podéis encontrar material descarregable para hacer una careta de la ardilla miedosa, imprimir pegatinas y hacer unos puntos de libro en el blog de la ardilla miedosa.
Os dejo algunas RECOMENDACIONES para ayudar a los niños y niñas a controlar y superar los miedos:
- El miedo forma parte del desarrollo evolutivo de los niños y niñas. A lo largo de la niñez van pasando por diferentes etapas caracterizadas por diferentes miedos, así; todos sufren algún miedo u otro, en mayor o menor medida. Son comunes los miedos a situaciones cotidianas como ir a dormir, la oscuridad, quedarse solo, ir a la escuela,... Por lo tanto, lo primero que podemos hacer es aceptar que, por ridículo que nos parezca su miedo, para él o ella es muy real y necesita nuestro apoyo y comprensión. Debemos ofrecer oportunidades para hablar y, sobre todo, escuchar a los pequeños con atención, mostrando nuestra preocupación. Hagámosle saber que es normal lo que sienten y que a nosotros también nos pasaba de pequeños. Debemos transmitir confianza, seguridad, tranquilidad y mucho afecto.
- Es muy importante no regañar ni recriminar al niño o niña por tener miedo. Tampoco lo debemos ridiculizar o avergonzar por expresar lo que siente. Todo esto no lo hará sentirse menos atemorizado, en cambio; aumentará la ansiedad y bajará su autoestima. Tampoco sirve obligarlos a cambiar de actitud o hacer lo que los da miedo, sólo haremos que se sientan peor. En la misma línea, es importante no utilizar los miedos para controlar su conducta o castigarlo: "Si no te acabas la sopa, te encierro en la habitación solo y a oscuras!!". No sólo es cruel, sino que le estamos reforzando la idea que estar solo y a oscuras es malo.
- Con cautela, debemos hacer que el niño o niña se enfrente solo a la situación que le provoca miedo evitando la sobreprotección. Al principio, seguramente, no será capaz de hacerlo solo, lo podemos acompañar para que vea que no pasa nada. Aplaudid cada pequeño progreso que haga en la superación de su miedo, elogiad su valor, decisión y esfuerzo. Así lo animaréis y le daréis más confianza. Cuando aparezcan nuevos miedos, es interesante recordarle como superó los viejos y transmitirle la confianza y la seguridad que ahora también será capaz.
- Para el miedo a la oscuridad, va muy bien hacer juegos a oscuras, con la ayuda de linternas. Por ejemplo, jugar a esconderse con la casa totalmente a oscuras, podemos usar linterna para buscar el escondrijo, pero después la tendremos que cerrar para evitar que nos encuentren. Seguramente, no querrá esconderse solo, podemos hacer equipos y acompañarlo. También podemos jugar a esconder un tesoro y a buscarlo con la ayuda de la linterna. Cuando lo encuentre, hagámosle ver que ha sido muy valiente y que no le ha pasado nada de malo. También hay libros que se iluminan en la oscuridad, como por ejemplo los de la colección "Cuentos para leer a oscuras" de Ignasi Valios y Buñuel; Ed. Barcanova.
- Si el problema es ir a dormir, podemos poner un pequeño punto de luz, hacer el ritual de mirar en todos los armarios y bajo la cama o podemos darle un muñeco o muñeca, a quien denominaremos, por ejemplo, guardián y le haremos el encargo de velar por el niño o niña. Así, si la noche no ha sido buena, siempre se puede dar la culpa al guardián que no ha hecho bien su trabajo. Será un alivio para el niño o niña.
- Y si tenemos ganas de hacer una manualidad, podemos hacer un atrapasueños y explicar al niño o niña que sirve para atrapar los malos sueños entre la red de hilos y que por la mañana, con la luz del día, se desvanecen. Los sueños buenos pueden pasar por el agujero central y en las plumas que cuelgan se van los sueños que hemos olvidado.
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jaja
ResponderEliminarque culeros soy de prepa y no soy un peque